sábado, 19 de junio de 2010
ASI SERA EL VERDADERO FIN DEL MUNDO
Cualquier momento es bueno para idear un fin del mundo. Recordad elApocalipsis de San Juan, la amenaza del cometa Halley, las cuartetas deNostradamus, el efecto 2000, el dichoso calendario maya, etc. Todas erradas, si, pero el caso es que la Tierra no va a estar siempre aquí, ¿verdad?
Por Miguel Artime.
En efecto. Aquellos que creen que la Tierra durará para siempre (al igual que los que pensaban que el valor de los pisos nunca iba a bajar) se equivocan.Nuestro planeta pasará a mejor vida algún día. ¿Y qué clase de catástrofe conducirá al fin del mundo? Estudiemos las posibles "soluciones finales" que la naturaleza podría emplear para acabar con nosotros.
Impacto de Meteoritos
Cada día la Tierra recibe el impacto de pequeño objetos que se desintegranpor el rozamiento contra el oxígeno de la atmósfera. Pero el caso es que cada 100 años, en promedio, un meteorito de 10 metros de longitud impacta contra la Tierra liberando la energía de un pequeño artilugio nuclear. Esto fue lo que sucedió en 1908 en Tunguska, zona por fortuna poco poblada.
Pero sigamos estudiando las estadísticas. Los científicos estiman que una vez cada 100.000 años, un proyectil de cientos de metros de longitud impacta contra la Tierra con la fuerza del total del arsenal nuclear humano. El cráter resultante de la devastación tendría el tamaño de Inglaterra, creando grandes tsunamis por todo el planeta y levantando tanto polvo a la atmósfera que el sol quedaría oculto durante meses, acabando con buena parte de la vegetación. Eso ya son palabras mayores.
Y luego está el clásico "pepino a lo grande". Me refiero a ese impacto que se da de media cada 100 millones de años y que involucra a una roca del tamaño de un asteroide (kilómetros de longitud). Un impacto de ese tipo crea terremotos globales, mareas con olas de un kilómetro de alto, y la muerte inmediata de casi cualquier animal terrestre grande. Las criaturas marinas también terminan por perecer puesto que la evaporación de billones de toneladas de roca ocultan el sol, provocan un enfriamiento dramático de las aguas, y culminan con la destrucción de la cadena trófica que comienza con la fotosíntesis.
Esto fue lo que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años.
Posibles soluciones:
Hoy en día contamos con oficinas de observación que tienen vigiladas las órbitas de los objetos de más de 100 metros que se encuentran más cercanos. Puestos a pensar estrategias a la hora de defenderse contra una de estas futuras amenazas rocosas, la opción nuclear no parece la más inteligente, puesto que así no se conseguiría evitar el impacto sino simplemente desmenuzar una gran roca en metralla igualmente mortífera.
Los expertos creen en cambio que tendría más éxito enviar una nave para que "remolcase" ligeramente al meteorito empleando la gravedad, desviándolo lo suficiente como para evitar el choque.
El sol nos engulle
Si no conocéis el fúnebre futuro del sol leed un poquito más y os ahorraréis unos euros en pitonisos. Nuestra amarilla estrella acabará por agotar su combustible nuclear y en unos 5.000 millones de años, crecerá en tamaño, se enfriará y adquirirá un tono rojizo. Cuando esto pase la Tierra simplemente se evaporará.
Posibles soluciones:
Algunos fanáticos de la ciencia ficción creen que también podríamos emplear la gravedad a nuestro favor. La técnica consistiría en atraer voluntariamente a un asteroide cuya órbita pasase cerca de la Tierra. A cada pasada, el asteroide "remolcaría" un poquito a la Tierra hacia el exterior del sistema solar. Con millones de años por delante, y la paciente e incesante repetición del proceso, nuestro planeta partiría a la fuga evitando de forma gradual que el sol moribundo le alcanzase.
Claro que hay quien piensa que es mucho más fácil habilitar a Titán como nuestro segundo hogar. Viajamos hasta allí, le añadimos un poco de oxígeno y ¡tachán! Bienvenida Tierra 2.
Supernova en el vecindario
Cuando las estrellas mucho mayores que nuestro sol, agotan su combustible nuclear, estallan en una titánica explosión llamada supernova. Si uno de estos evento se da en la vecindad de nuestro sistema solar (hablamos de una cicunferencia de 30 años luz), las partículas disparadas podrían destruir la capa de ozono de la zona expuesta a la explosión. Algunos científicos creen que fue esto (y no los cazadores humanos) lo que pudo haber provocado la desaparición de la megafauna norteamericana hace 41.000 años.
Y si las supernovas te dan "yuyu" mejor no hablar de las hipernovas. El colapso de provocado por este extraño suceso crea chorros gigantescos de gas y partículas altamente energéticas que viajan a casi la velocidad de la luz, cegando por unos instantes al universo entero con sus rayos gamma. Si la tremenda mala suerte hiciera que uno de estos fenómenos sucediera a 1000 años luz de la Tierra, el planeta simplemente estallaría sin remisión.
Posibles soluciones:
En el caso de la supernova, podría intentarse despoblar la zona de afectada mientras se nos ocurre algo para restituir la capa de ozono. Pero si hablamos de hipernovas la respuesta es: "huíd insensatos".
Y en fin, sea como sea... si tenemos pensado sobrevivir como especie, convendría ir inventando ya el salto al hiperespacio para, llegado el caso, poder mudarnos a las jóvenes estrellas en formación en Orión y Tauro. ¡Una nueva edad dorada para los promotores inmobiliarios!
domingo, 13 de junio de 2010
SIETE RAZONES PARA DEJAR FACEBOOK
Sea como fuere, la web más visitada del mundo no está exenta de polémica. El pasado 31 de mayo, se organizó contra ella un boicot que obtuvo escaso seguimiento.
Como ya contamos, el principal motivo de esa sublevación era los continuos cambios en la política de privacidad de la red social. Pero no hay que esperar a una "cibermanifestación" para borrarse de Facebook. Hay razones para hacerlo en cualquier momento, y como muestra, aportamos unas cuantas:
1.- Privacidad. El talón de Aquiles de este gigante social. Continuamente hay cambios en este parámetro, lo que hace pensar que Facebook mercadea con nuestros datos. ¿Por qué hace 5 años era tan fácil poner que "sólo mis amigos" pueden ver mi información, y ahora no?
2.- Lo "nuestro" ya no es nuestro, es de "Ellos". En Facebook, tenemos la false sensación de que todas las imágenes y comentarios que ponemos son nuestros, como si estuviéramos decorando nuestro propio salón con ellos. Mentira. Todos estos datos pueden ser usados por "aplicaciones de terceros" para publicitar juegos, tests...
Incluso, si decidimos borrarnos, nuestros datos o imágenes podrían en las copias de seguridad de alguna de estas empresas que comercializan aplicaciones para Facebook. Así que, hay que pensárselo dos veces antes de responder a los test tipo "¿Qué clase de amante eres?" porque nuestra foto de perfil puede quedar vinculada para toda la vida al resultado "Pésimo".
3. Ley del salvaje oeste. Como en la época dorada de los vaqueros, la ley en Facebook depende de en qué territorio estemos. Si ponemos un comentario en un perfil que tenga una configuración diferente a la nuestra, todo el mundo lo podrá ver, aunque nosotros hayamos puesto en nuestra configuración de privacidad "Sólo para mis amigos".
4. Datos Bancarios. Un tema peliagudo. Si realizamos un pago a través de Facebook, por ejemplo, en los famosos "regalos de cumpleaños" nuestros datos quedarán almacenados en los servidores de Facebook.
Se puede cambiar la opción de "almacenar datos de pago" pero... ¿No sería conveniente que esa opción fuese la predeterminada, y que ingresásemos nuestros datos de pago cada vez que quisiéramos comprar algo? iTunes, la tienda virtual de música de Apple funciona igual, pero por lo menos siempre nos pide una contraseña cada vez que queremos comprar algo.
5. ¿Amigos o enemigos? Si se nos ocurre etiquetar en una foto en la que salimos nosotros, a un amigo, y este permite el acceso a terceros, esa foto puede ser utilizada para publicidad o ser impresa sin nuestro consentimiento. Aunque nuestra configuración de privacidad hayamos elegido que no sea así.
Es decir, al igual que en la razón de la "Ley del salvaje oeste" la configuración de nuestro amigo prima sobre la nuestra, dependiendo de los intereses espurios de terceros.
6. Motores de búsqueda indiscretos. Por defecto, Facebook permite que las principales webs de búsqueda nos encuentren. Simplemente hay que teclear nuestro nombre en ellos, y apareceremos en los resultados de búsqueda. Esta opción se puede cambiar para no aparecer.
Pero si, por ejemplo, nos hacemos seguidores (lo que antes se llamaba "hacerse fan") de un equipo de fútbol, nuestro nombre aparecerá en los resultados de búsqueda en esa página de fans.
7. Vivos después de muertos. O la también llamada paradoja zombi. Si decidimos borrarnos definitivamente de Facebook, la página se reserva el derecho de borrar todos nuestros datos de sus servidores en 90 días. Algo bastante difícil de comprobar.